baja literatura

En el sedimento agónico de proyectos e iniciativas, el rumor siniestro, eco diáfano de golpes a puertas de templos derruidos por vendavales, evoca la fantasmagórica imagen de sacerdotes que espían a través de ojos de cerraduras como han de desfilar feligreses obsecuentes delante de la mirada impávida de rectores severos. El rumor, siniestro y maldito, emerge, caótico, ante un nuevo paisaje. Tras asumir que las entidades no caen por acción propia, no será, no ha de ser, el terror a fracasar aquello que tienda una trampa al desarrollo de nuevas iniciativas no ya destinadas a corroer simientes sino a fundar una prosa apta para ser cincelada sobre lápidas. Las bestias no tiemblan, no temblarán, nunca temblaron si se les permite entablar las reglas del juego. Las bestias no tiemblan, las bestias temen del susurro despiadado que las ignora.

Señalar que ex nihilo es una empresa es una afirmación que no tiene asidero en la estructura que instaura como tampoco en la doctrina que preserva. Decir que es una editorial, en el sentido propio de la palabra, dista mucho de ser cierto. Qué decir entonces. Es una criatura que nació tarde: en tiempos en que se pretende digitalizar hasta el rumor tardío de desquiciados poetas, ex nihilo imprime libros. Apuesta a la letra, a la palabra, al desequilibrio de la prosa. Al libro y sus formas. Al tránsito de mano en mano, al lugar y el espacio ocupado por un cuerpo. En tiempos en que la capacitación constante forma parte de la rutina del individuo, ex nihilo exalta desquiciada el trabajo intuitivo, la formación autodidacta, la oscuridad de talleres flotantes, el rumor seductor de largas jornadas de trabajo.

En tiempos en que la palabra es sometida a la carraspera insolente de gobernantes autócratas, al grito exuberante de líderes siniestros, desquicio obediente; ex nihilo celebra cada una de las palabras que quedan, y quedarán, irrevocable su destino, impresa en el folio. Celebra el ambiente caldeado de rumores aquellos provocados por la lectura en voz baja, aquel quebrantado por el sonido misterioso de susurros. 

Ex nihilo es grafo. No es voz, no es afonía, no reclama púlpitos y feligreses. No ostenta escuelas y títulos. Es labor dedicada. 

Ex nihilo es prosa. Es un poema cuya extensión está condicionada a su existencia. Prosa perturbada destinada a transformar el tímido soneto que decora los sepulcros en epitafios dignos de ser leídos. 

@bajaliteratura
  • Más viejos, más rotos, más solitarios, más cínicos, más desbordados, más hermosamente poéticos...
  • Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
  • Cuatro. Martin Doy. 11 de octubre. Volverá, entonces, la poesía, el cuento, el relato, la literatura a ser libro. Volverá Ana Bolena a recibirlo. Volverá a recibirnos, más rotos, más quebrados, más complejos, más críticos, más poéticos, más insoportables. Más escritores.
  • No podrán echarnos al mar. Somos la mar... Si la palabra no nos lleva de la mano a Casa, pues que será el silencio el sonido de nuestra cobardía. Pasó la primera presentación de La Casa. Pocas son las formas en que silencio, cuerdas y la tenue voz desgastada por años y fracasos puedan conjugar algún tipo de conjuro para edificar ciudades donde la desolación, el ruido, la altanería barata instaura parlamentos cavernícolas. Pocas son las formas. Y ellas, todas, una y cada una, fueron ambiente, prosa, desgarro y libertad. Pues, será momento, entonces, de retornar al lugar del cual nunca me he ido. De fundar la ciudad eterna sobre las cenizas de todas las Romas. Si, hay barquitos de papel que navegan en busca de los puertos de Praga pero, creo, hay eso que llaman Amor que los conducirá hacia mis cuadernos desgajados. De que sirve transitar por el mundo sin dejar constancia de los que somos. Un desastre de seres humanos, hermosamente imperfectos, caóticos, poéticos y soberbios. La casa será prosa, será libertina y perfecta.
  • De que sirve transitar por este mundo sin dejar constancia de lo que somos....#editorialdesign #literatura #prosa @puertaadentrook
  • Volverá la prosa a su casa oscura. Incendiar Roma nunca fue metáfora. 14 de septiembre. Info, exhortos y adquisición de entradas por privado. #poesia #editorialdesign #prosa #literatura #bajaliteratura #música #espectáculos
hace 3 semanas
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Más viejos, más rotos, más solitarios, más cínicos, más desbordados, más hermosamente poéticos…
hace 1 mes
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Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
Cuatro. Se preguntará Doy qué es la muerte. Se preguntará qué es la vida. Se preguntará por aquello que queda en el camino mientras un cigarrillo detiene el tiempo entre los labios de una mujer. Siempre es una mujer. A veces es una mujer. Nunca es una mujer. De mujeres se trata. De números y enigmas. De cigarrillos que se consumen entre los dedos. Del tiempo que se suicida mientras labios, mientras bocas, mientras ojos, mientras cuerpos dibujan esa palabra que nunca se tendría que pronunciar. Cómo el nombre secreto de Dios. Cómo el nombre de Dios. Cuatro pueden ser las preguntas, cuatro los amores. Cuatro las letras que contiene la palabra que siempre hemos de pronunciar cuando borrachos escribimos desconsolados, con el corazón roto, con el alma desparramada, con los ojos rojos. A fin de cuentas no es el Amor lo que importa. Es el desgarro que será poesía. El desgarro no nos transforma en escritores sino en literatura. De cigarrillos. De desgarro. De Amor. Nunca se trata de escritores, se trata de ser poesía. "Libro cuatro" Martín Doy. 11 de octubre, pues en Ana Bolena seremos quienes somos. @martin.doy.9
hace 2 meses
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Cuatro. Martin Doy. 11 de octubre. Volverá, entonces, la poesía, el cuento, el relato, la literatura a ser libro. Volverá Ana Bolena a recibirlo. Volverá a recibirnos, más rotos, más quebrados, más complejos, más críticos, más poéticos, más insoportables. Más escritores.
hace 2 meses
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No podrán echarnos al mar. Somos la mar... Si la palabra no nos lleva de la mano a Casa, pues que será el silencio el sonido de nuestra cobardía. Pasó la primera presentación de La Casa. Pocas son las formas en que silencio, cuerdas y la tenue voz desgastada por años y fracasos puedan conjugar algún tipo de conjuro para edificar ciudades donde la desolación, el ruido, la altanería barata instaura parlamentos cavernícolas. Pocas son las formas. Y ellas, todas, una y cada una, fueron ambiente, prosa, desgarro y libertad. Pues, será momento, entonces, de retornar al lugar del cual nunca me he ido. De fundar la ciudad eterna sobre las cenizas de todas las Romas. Si, hay barquitos de papel que navegan en busca de los puertos de Praga pero, creo, hay eso que llaman Amor que los conducirá hacia mis cuadernos desgajados. De que sirve transitar por el mundo sin dejar constancia de los que somos. Un desastre de seres humanos, hermosamente imperfectos, caóticos, poéticos y soberbios. La casa será prosa, será libertina y perfecta.
No podrán echarnos al mar. Somos la mar… Si la palabra no nos lleva de la mano a Casa, pues que será el silencio el sonido de nuestra cobardía. Pasó la primera presentación de La Casa. Pocas son las formas en que silencio, cuerdas y la tenue voz desgastada por años y fracasos puedan conjugar algún tipo de conjuro para edificar ciudades donde la desolación, el ruido, la altanería barata instaura parlamentos cavernícolas. Pocas son las formas. Y ellas, todas, una y cada una, fueron ambiente, prosa, desgarro y libertad. Pues, será momento, entonces, de retornar al lugar del cual nunca me he ido. De fundar la ciudad eterna sobre las cenizas de todas las Romas. Si, hay barquitos de papel que navegan en busca de los puertos de Praga pero, creo, hay eso que llaman Amor que los conducirá hacia mis cuadernos desgajados. De que sirve transitar por el mundo sin dejar constancia de los que somos. Un desastre de seres humanos, hermosamente imperfectos, caóticos, poéticos y soberbios. La casa será prosa, será libertina y perfecta.
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De que sirve transitar por este mundo sin dejar constancia de lo que somos….#editorialdesign #literatura #prosa @puertaadentrook
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Volverá la prosa a su casa oscura. Incendiar Roma nunca fue metáfora. 14 de septiembre. Info, exhortos y adquisición de entradas por privado. #poesia #editorialdesign #prosa #literatura #bajaliteratura #música #espectáculos
hace 3 meses
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La casa que habitamos sin poder habitar

De a poco nos quitan la escena, formalizan la palabra, rectifican las formas. De a poco nos quitan la voz. Las melodías pierden cadencia, la prosa pierde desgarro, al amor pierde incertidumbre. Se cansaron de vernos vagar y sin embargo, aquí estamos. Volverá, la prosa, a su casa oscura, casa de la cual nunca se fue y sin embargo siempre está llegando.

Palabras, silencios y el delicado sonido de cuerdas frotadas entrelazados en un diálogo frágil, cínico, dulce.

Oda al Dolor, al Amor. Porque no hay Dolor que no sea producto del Amor. Porque no hay Amor que no sea parido por un profundo Dolor. Culto irreverente al silencio sólo ultrajado por la soberana melodía que atraviesa infiernos para abrazar, en la Praga distante, a aquella Patria anhelada. Sea cuál fuere nuestra Patria, sea tierra, cuerpo o palabra.


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Apuesta a la letra, a la palabra. Al libro y sus formas. Al tránsito de mano en mano, al lugar y el espacio ocupado por un cuerpo. Al rumor seductor de largas jornadas de trabajo. Apuesta, ex nihilo, al trabajo, al libro y sobre todo a los escritores.