Descripción
Leer a Juana es des- cubrir la palabra, encontrar la palabra desnuda que se viste sin prejuicios y se arropa de sentires que son vivires profundos, donde bucea el cuerpo fusionado con el alma, por eso “Para aquellos prejuiciosos, /Cómodos dueños del decir, /Reyes de horas gastadas, /Faltos de soledad y madrugada…/Para aquellos que se olvidan de su respiración, /Que se manejan por las calles/Con una máscara de sabiduría barata, /Escogiendo trenes ajenos…Pobres, incapaces de sentir sus propias cadenas./Para aquellos, pensadores binarios/De moralidades compradas en oferta ;Sepan: Todos sufrimos; /Todos amamos.”
Un cuerpo y un alma que sufren y aman pero “pretenden el amor” y “jugar la vida” en una percepción caótica ordenada desde “las infancias rancias” hasta “los hongos de adultez temprana”, que se atreven a las contradicciones naturales sin escándalo “Golpes de estados en el alma”, que se nutren en su singularidad para esgrimir la palabra nueva, recién amanecida en un universo en “Lucha constante de palabras con ego, /De sustantivos adjetivados,/De adjetivos adverbiados,/Sustantivos hechos verbos…/De ideas hechas versos.”…
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